Petición a: SEÑOR PRESIDENTE ELECTO:
LA FAMILIA NO SE “DEMOCRATIZA”. LE PEDIMOS RESPETO Y APRECIO POR LAS RELACIONES FAMILIARES.
LA FAMILIA NO SE “DEMOCRATIZA”. LE PEDIMOS RESPETO Y APRECIO POR LAS RELACIONES FAMILIARES.
En días pasados la ex ministra Olga Sánchez Cordero, quien sería la titular de la Secretaría de Gobernación en el gobierno de López Obrador, hizo unas polémicas declaraciones en torno a los niños y la familia.
Puedes ver una nota al respecto y una columna editorial de la propia ex ministra aquí:
Entre otras cosas la ex ministra señaló que quiere imponer “un sistema de democracia familiar”. Desde su perspectiva, los niños y adolescentes son una minoría cuyos derechos son violados constantemente por los adultos, simplemente por el hecho de serlo. Afirmó que “debemos remover patrones culturales”. En su opinión, para remover esos patrones culturales hay que “democratizar a la familia”.
Como sociedad estamos en contra de esta “democratización de la familia” si esto implica desvincular las relaciones familiares y convertirlas en relaciones de poder y protección en donde cada miembro de una familia se convierte en un sujeto protegido por el Estado, poseído por el Estado, o propiedad del Estado.
En la familia las relaciones familiares se rigen por la filiación, por el amor, cuidado y protección que los padres proveen a los hijos, y por el cariño entre todos sus miembros. “Democratizar a la familia” no tiene sentido porque las relaciones familiares son muy distintas a las relaciones que hay entre los ciudadanos. Los padres tienen deberes y derechos para con los hijos; y aunque ciertamente los niños y adolescentes tienen derechos que deben ser respetados, también tienen deberes y dentro de la familia están sujetos a la autoridad de los padres. Los padres son los primeros responsables y primeros educadores de los hijos, no el Estado.
Firma y comparte esta petición para pedir al futuro presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que se manifieste por el respeto y el aprecio a las relaciones y valores familiares y a la institución de la familia como el “medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, y en particular de los niños” [1].
[1] Preámbulo de la Convención sobre los Derechos del Niño.