NO JUEGUEN A LA RULETA RUSA CON NUESTROS JOVENES
¿Preservativos en los colegios?
¿Preservativos en los colegios?
El Ministerio de Salud insiste en promover el uso del preservativo entre los adolescentes. Supuestamente se trata de prevenir los embarazos inesperados. Sin embargo, la experiencia internacional es que donde se han aplicado este tipo de recetas, los embarazos sorpresa se han disparado.
¿La razón? Despiertan la promiscuidad basada en una sensación de falsa seguridad. Además, la misma OMS reconoce que el preservativo es eficaz sólo en el 80% de los casos para prevenir el SIDA. ¿Queremos jugar a la ruleta rusa con nuestros jóvenes?
Por eso los colegios católicos han mostrado su rechazo a estos métodos. Así se expresaba el obispo de Arequipa, Mons. Javier del Río:
“El Estado no puede monopolizar la educación sexual. Distribuir preservativos no es brindar educación, eso tiene un fin, según ellos evitar embarazos. Pero con eso no se solucionan los problemas. En sociedades donde se impuso esta política, los embarazos no deseados crecieron 10 veces más (…) Si el Minsa insiste en esta aberración las puertas de los colegios católicos cerrarán”
Imponer el preservativo en las escuelas católicas sería tanto como ‘expropiar’ su ideario. Una intromisión inaceptable en un estado de Derecho.
El reparto masivo y descontrolado de preservativos forma parte de los llamados “derechos sexuales y reproductivos” que organismos internacionales imponen a gobiernos pusilánimes. UNICEF y UNFPA han hecho lobby infructuosamente durante más de 2 años para introducirlos en el Nuevo Código de la Niñez y la Infancia que se debatirá próximamente en el Congreso. No los dejemos salirse con la suya. El propio Congreso sugiere que los ciudadanos participemos con nuestras aportaciones. Hagámoslo. Envíemos nuestras propuestas.
Para más información:
El Congreso pide la opinión de la ciudadanía sobre el Código de la Niñez y la Infancia
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No jueguen a la ruleta rusa con nuestros jóvenes
Muy Srs. Míos:
Leo con preocupación que el gobierno pretende imponer el reparto de preservativos en las escuelas. ¿De verdad que consideran que la escuela es el lugar adecuado para el reparto de preservativos?, ¿a qué creen que van los alumnos a clase?
Supuestamente el objetivo de esta campaña de reparto masivo de preservativos es la reducción de embarazos entre adolescentes. Sin embargo, la experiencia internacional nos muestra que ahí donde se han aplicado programas similares se ha disparado la cifra de embarazos inesperados.
La explicación es muy sencilla: genera sensación de falsa seguridad disparando la promiscuidad. Y el preservativo no es eficaz al 100% en la prevención de embarazos. Tampoco en la lucha contra el SIDA y enfermedades venéreas. La propia OMS advierte que el condón sólo protege del SIDA en el 80% de los casos. ¿Queremos jugar a la ruleta rusa con nuestros jóvenes?
Pero es que además, también pretenden imponer el reparto masivo de condones en los colegios católicos, irrespetando su carácter propio, ‘expropiando’ su ideario. Algo inaceptable en democracia y en un Estado de Derecho.
No jueguen a la ruleta rusa con nuestros jóvenes
Muy Srs. Míos:
Leo con preocupación que el gobierno pretende imponer el reparto de preservativos en las escuelas. ¿De verdad que consideran que la escuela es el lugar adecuado para el reparto de preservativos?, ¿a qué creen que van los alumnos a clase?
Supuestamente el objetivo de esta campaña de reparto masivo de preservativos es la reducción de embarazos entre adolescentes. Sin embargo, la experiencia internacional nos muestra que ahí donde se han aplicado programas similares se ha disparado la cifra de embarazos inesperados.
La explicación es muy sencilla: genera sensación de falsa seguridad disparando la promiscuidad. Y el preservativo no es eficaz al 100% en la prevención de embarazos. Tampoco en la lucha contra el SIDA y enfermedades venéreas. La propia OMS advierte que el condón sólo protege del SIDA en el 80% de los casos. ¿Queremos jugar a la ruleta rusa con nuestros jóvenes?
Pero es que además, también pretenden imponer el reparto masivo de condones en los colegios católicos, irrespetando su carácter propio, ‘expropiando’ su ideario. Algo inaceptable en democracia y en un Estado de Derecho.
