En Extremadura, no solo nos sentimos perjudicados en lo concerniente a exacerbadas trabas burocráticas y una presión fiscal que supone un obstáculo a la prosperidad de las familias y a la creación de empleo, sino también en lo concerniente a la libertad educativa.

Lo que viene a ser también un derecho esencial como la libertad de las familias a la hora de elegir cómo han de ser educados sus hijos, dónde y cuándo, no es plenamente respetado ni por el Gobierno de España ni por la Junta de Extremadura, a pesar de lo que estipula la Constitución Española en su vigésimo-séptimo artículo:

[…] Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza. […] Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

Ahora bien, esa disposición es cada vez más atacada. En el caso de nuestra comunidad autónoma, principalmente, debido a tres razones: la imposición de la ideología de género mediante leyes que restringen libertades básicas y la presunción de inocencia, la discriminación laicista a los centros educativos no estatales, y asignaturas como Educación para la Ciudadanía.

Por ello, desde el act-tank liberal El Club de los Viernes, instamos a las administraciones educativas tanto regional como nacional a adoptar todas las medidas necesarias para que haya plena libertad curricular y se respete la libertad de educación, haciendo previsión de mecanismos como los créditos o deducciones fiscales, o el cheque escolar.

Una educación libre de cualquier injerencia burocrática evitará casos de adoctrinamiento como los que responden al anticapitalismo, el laicismo, el nacionalismo periférico y la ideología de género, aparte de respetar un derecho no solo constitucional de las familias, y la subsidiariedad.