Petición a: asa
La dictadura cubana impide a Elías Biscet recoger un premio
La dictadura cubana impide a Elías Biscet recoger un premio
ULTIMA HORA (16 de octubre) Finalmente la dictadura cubana no permite que el Dr. Elías Biscet pueda viajar a Madrid. Pero como él mismo afirma: "a un hombre se le puede aislar pero a una idea justa nunca. Esta permanece como una pequeña luz que va en aumento hasta desbordarse en libertad”.
ULTIMA HORA (15 de octubre) Nuestra campaña en Actuall
El Dr. Oscar Elías Biscet ha sido galardonado con el premio HazteOir que se entregará el sábado 15 de octubre en Madrid.
Sin embargo, las autoridades cubanas no le han permitido salir a recoger el premio. ¿Por qué?, ¿pretenden acaso acallar así su voz?, ¿pretenden silenciar a quien defiende el derecho a la vida y los derechos humanos en Cuba?
Esta es la carta que remitía el Dr. Biscet lamentando no poder asistir a los premios:
Estoy feliz por haber sido seleccionado por su organización a este distinguido premio de humanidades. Sobre todo, porque me recuerda a muchos providas españoles que trabajan intensamente por lograr el respecto a la dignidad del ser humano no nacido y su protección jurídica por parte del Estado.
Del mismo modo, muchos españoles alzaron sus voces ante mi injusto encarcelamiento por mis actividades en favor de la vida y los derechos humanos de los cubanos. Estos son los motivos por los que actualmente el régimen totalitario de Cuba no me permite estar junto a Uds. y recibir tan distinguido premio. En este caso, me gustaría la solidaridad de Ud. y demás colegas para denunciar a la opinión pública los actos arbitrarios contra mi persona. En un futuro cercano Cuba será libre y podré estar con Uds.
El Dr. Biscet estuvo preso por denunciar la muerte atroz que padecían los bebés que sobrevivían al fármaco Rivanol y denunciar la responsabilidad del Partido Comunista ante la muerte de tantos niños inocentes.
No podía abandonar a esas mujeres que recordaban el llanto de sus hijos mientras que los ‘batas blancas’ les decían fríamente que su hijo había muerto…
¡No estaba muerto; lo habían matado!
Cuando descubrió que las denuncias de las mujeres eran ciertas, denunció. Nadie movió un dedo en el hospital. Elevó su queja y descubrió la complicidad del Partido Comunista. No se arredró y siguió denunciando.
El precio que pagó por su denuncia fueron 11 años de cárcel en Cuba con torturas y vejaciones mientras su mujer y su hijo sufrían la represión del régimen castrista.
Aún así no alberga odio, pero sigue trabajando por una Cuba libre que respete los derechos humanos, la democracia y la libertad por métodos no violentos:
“Debemos de cambiar el odio que impone el régimen cubano por el amor a la verdad, a la libertad y a los derechos humanos”
Ahora sigue ‘preso’ en una especie de ‘isla-cárcel’ de la que no le dejan salir.
Escribe a tu embajador y pídele que deje salir al Dr. Biscet a recoger el premio HazteOir el próximo 15 de octubre
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