¿donde quedó el cargo de confiabilidad que los colombianos pagamos durante tantos años?
Colombia, al borde del racionamiento energético
Colombia, al borde del racionamiento energético
El gobierno pretende castigar el consumo energético duplicando el coste de lo que consumamos de más. A cambio –palo y zanahoria- proponen incentivar monetariamente el ahorro.
Así se expresaba la nueva ministra de Minas Energía, Maria Lorena Gutiérrez:
“Empezamos una cruzada de ahorro de energía, queremos invitar a los ciudadanos a que traten de ahorrar al menos el 10% de la energía, apagando las luces, desenchufando los equipos, desconectando los cargadores de celular, abriendo y cerrando la nevera rápidamente”
El objetivo es ahorrar un 10% de la energía para evitar el racionamiento. El apuro obedece a la sequía provocada por El Niño y al incendio el pasado 15 de febrero de la central hidroeléctrica de Guatapé. Además Zona Franca Celsia, la segunda térmica más importante de Colombia sufrió fallos en sus turbinas.
En pocos días Colombia perdió el 11% de su capacidad eléctrica y se vio obligada a importar energía del Ecuador.
El problema es por qué estuvimos en el filo de la navaja.
Durante años los colombianos hemos pagado en nuestras facturas un cargo de confiabilidad. Supuestamente este cargo estaba destinado a inversiones que garantizaran que nunca más se volvería a presentar el terrible racionamiento eléctrico que sufrimos a principios de los 90´s.
Supuestamente porque por lo que se ve, dichas inversiones nunca se realizaron. Nos cobraron un seguro y ahora no quieren abonar la prima…
¿Dónde están los millones que pagamos para evitar esta situación?, ¿qué pasa cuando la confiabilidad deja de ser confiable?, ¿por qué debemos de pagar los ciudadanos las incompetencias e ineficiencias del gobierno?
Y por cierto, ¿dónde está el dinero de la venta de la generadora de energía eléctrica Isagen a la que los colombianos nos opusimos?, ¿en qué se está empleando?
Exigimos que no se aplique el castigo de pago al doble del kilovatio extra consumido.
Exigimos la renuncia inmediata de los directivos de la Comisión Reguladora de la Energía y el Gas (CREG)
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