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Evitá que el gobierno Argentino contamine nuestras creencias cristianas con Agenda LGTB
Evitá que el gobierno Argentino contamine nuestras creencias cristianas con Agenda LGTB
Nuestro derecho a expresar nuestra fe cristiana está en peligro.
Todos los días, los cristianos corremos peligro por oponernos a la ideología de género LGTB, somos silenciados en las redes sociales o incluso se nos prohíbe oponernos e incluso influir en la educación hipersexualizada que nuestros hijos reciben en los colegios.
Oponernos a la enseñanza de la ideología de género radical que promueve la izquierda nos convierte en un objetivo, tildándonos constantemente de intolerantes o extremistas. Peor aún, nos enfrentamos a posibles consecuencias legales: sanciones económicas o incluso prisión.
El reciente 53º informe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU advierte que las creencias cristianas “vulneran” los “supuestos derechos LGTB” y propone a los países que intervengan en cuestiones religiosas. ¡Si, como estás leyendo!
CitizenGO está defendiendo el peligro que esta propuesta supone para los cristianos, y nuestras campañas en Argentina y todo el mundo han conseguido hasta ahora más de medio millón de firmas en oposición.
Sin embargo, el gobierno argentino aún no respondió. Y eso me preocupa…
Este silencio es alarmante, ya que desgraciadamente veo como proliferan leyes y políticas que silencian nuestras voces cada vez más.
Desde su presentación en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU el pasado mes de junio, el controvertido informe avanzó de forma preocupante, siendo defendido enérgicamente por los grupos de presión LGTB.
Sus ramificaciones son evidentes en el actual conflicto entre los derechos cristianos y la agenda LGTB.
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Ejemplos de ello son la suspensión del concejal conservador Lawal King en Reino Unido por expresar sus creencias religiosas y el juicio aún en curso contra Paivi Rasanen en Finlandia por citar públicamente un versículo de la Biblia.
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En México el presidente del Frente Nacional por la Familia, Rodrigo Iván Cortés, fue sancionado por criticar que un diputado que dice “ser mujer” pretendiera censurar el Evangelio como supuesto “delito de odio”...
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En Canadá -como en muchos otros países- los padres cristianos se manifiestan en contra la hipersexualización a la cuál están expuestos sus hijos en las escuelas. Una imposición gubernamental que responde al intento de apaciguar las extremas exigencias de los grupos de presión LGTB.
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Nuestros colegas del Reino Unido y Alemania, Caroline Farrow y Eduard Prols, ya están experimentando las consecuencias de las leyes radicales y liberticidas LGTB y trans.
No se trata de casos aislados, sino de una tendencia creciente en Argentina y todo el mundo. La libertad de expresión de los cristianos se convirtió en un delito etiquetado como “discurso de odio”.
Inquietantemente, el informe de la ONU se está convirtiendo rápidamente en una herramienta del lobby LGTB para reprimir y penalizar a los cristianos por expresar nuestras creencias.
Es imperativo que contrarrestemos esta propuesta antes de que sus repercusiones sean irreversibles.
Exigile al gobierno argentino que nos permita practicar y expresar libremente nuestras creencias cristianas.
No vamos a permitir que la agenda radical LGTB se entrometa en nuestra fe cristiana.
Firmá la petición exigiéndole a nuestro gobierno que rechace el informe de la ONU y adopte una postura clara para proteger las creencias cristianas.
Al firmar esta petición, te estás uniendo a un movimiento que lucha por la preservación de nuestros derechos fundamentales y nuestras libertades religiosas.
Juntos tenemos que enviar un mensaje decidido: nuestra fe y nuestros valores merecen una protección inquebrantable.
Por eso, necesitamos tu ayuda para hacer correr la voz y movilizar a más seguidores. Compartí esta petición con amigos, familiares y conocidos, animándolos a unirse a nosotros en esta causa fundamental.
Juntos podemos marcar la diferencia y salvaguardar la libertad religiosa para las generaciones actuales y futuras.
Unite a CitizenGO hoy, y mantengámonos firmes en nuestro compromiso por proteger la libertad religiosa y nuestros valores cristianos.